En una jugada digna de un guion de telenovela, las autoridades de Bucaramanga han decidido que la mejor forma de combatir el mototaxismo es restringiendo el tránsito de motocicletas con parrillero hombre en zonas específicas de la ciudad. A partir del próximo 6 de junio, los motociclistas no podrán circular por la carrera 33, entre la calle 56 y la Quebradaseca, ni por la calle 36, entre las carreras 19 y 29, durante las horas pico.
La medida, ordenada por el Juzgado 15 Administrativo de Bucaramanga, busca contrarrestar el transporte informal y el mototaxismo en el área metropolitana. Sin embargo, los motociclistas han rechazado su implementación, argumentando que se les está estigmatizando y afectando su derecho al trabajo.
La decisión ha generado protestas y bloqueos en diferentes puntos de la ciudad, colapsando la movilidad por varias horas.Los líderes de los motociclistas han exigido una mesa de concertación con las autoridades para discutir la medida y buscar alternativas que no perjudiquen a quienes utilizan la motocicleta como medio de transporte y sustento.
Mientras tanto, los ciudadanos de a pie observan con preocupación cómo las decisiones de las autoridades afectan a miles de personas sin ofrecer soluciones reales al problema del transporte informal. Una vez más, los gobernantes parecen más interesados en aplicar medidas populistas que en abordar las causas profundas de la problemática.
