Bucaramanga, junio 4 de 2025 — En el corazón del área metropolitana de Bucaramanga, una propuesta resuena con fuerza: la creación del Distrito Metropolitano que unifique a Bucaramanga, Floridablanca, Girón y Piedecuesta. Mientras algunos ciudadanos ven en esta iniciativa una oportunidad para mejorar la eficiencia administrativa y reducir la burocracia, otros temen que se convierta en un nuevo laberinto de poder centralizado que diluya las identidades locales y aumente la distancia entre los gobernantes y el pueblo.
El representante a la Cámara por Santander, Álvaro Rueda, ha promovido este proyecto con la promesa de una administración más eficiente y una mejor distribución de recursos. Sin embargo, las críticas no se han hecho esperar.Alcaldes de municipios como Floridablanca y Piedecuesta han expresado su preocupación por la posible pérdida de autonomía y la centralización de decisiones en Bucaramanga.
La historia reciente de la región ofrece motivos para el escepticismo. En 2023, el Acueducto Metropolitano de Bucaramanga adquirió 150.000 medidores de agua sin estudios previos que justificaran tal compra, generando un gasto de 35.000 millones de pesos. Estos medidores, que supuestamente serían para mejorar el servicio, terminaron almacenados y sin uso, mientras los ciudadanos asumían los costos en sus facturas.
Además, encuestas de percepción ciudadana han mostrado que la mayoría de los habitantes de los municipios involucrados no apoyan la creación del Distrito Metropolitano. En Girón y Piedecuesta, por ejemplo, solo el 27% y 23% respectivamente están a favor de la iniciativa.
La propuesta del Distrito Metropolitano plantea interrogantes sobre la verdadera intención detrás de la unificación. ¿Se trata de una estrategia para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos o de una maniobra política para concentrar el poder en Bucaramanga? Mientras tanto, los habitantes de Floridablanca, Girón y Piedecuesta observan con cautela, temiendo que sus voces se pierdan en el ruido de una administración centralizada que podría no representar sus intereses ni necesidades particulares.
En este contexto, es esencial que las decisiones sobre el futuro administrativo de la región se tomen con la participación activa de todos los ciudadanos, garantizando que sus opiniones sean escuchadas y respetadas. Solo así se podrá construir una verdadera Ciudad-Región que refleje la diversidad y riqueza de cada uno de sus municipios.
